2023-08-17
Foto por Guillermo Gallego, 1985.
Un día como hoy, pero del año 1985, los sabaneteños se unían en oración por el delicado estado de salud del líder espiritual y cívico más importante en la historia del Municipio: el presbítero Ramón Antonio Arcila Ramírez, primer cura rector del templo Santa Ana (cuando aún no era parroquia) y gran benefactor de la educación pública y los pobres.
Foto por Néstor Díez M., 1985.
La mañana del 18 de agosto, solo tres días después de que el padre Arcila celebrara su última eucaristía campal en el Barrio Holanda, el pueblo despertaba con la triste y cruel noticia de su partida, lo que ocasionó que la comunidad colmara las calles, la plaza y la casa cural en un hecho sin precedentes, con el objetivo de darle un último adiós y rendirle tributo de admiración al personaje considerado por muchos como el más importante de los habitantes sabaneteños del último siglo.
Foto por Néstor Díez M., 1985.
Durante el tiempo que vivió en el Municipio, el padre Arcila realizó grandes obras, entre ellas, alentó la construcción del colegio de varones y ante la Asamblea de Antioquia, en compañía de varios dirigentes, llevó la propuesta de que fuera creado el Liceo, que funcionó durante muchos años en un local de la parroquia de forma gratuita; fue uno de los gestores de la independencia de Sabaneta, fortaleció y creó los centros cívicos, más adelante Juntas de Acción Comunal; fomentó, durante más de 27 años, la devoción a María Auxiliadora, al punto de convertir el templo en uno de los sitios de peregrinación más importantes de Colombia, consagrado como Santuario Mariano por la Arquidiócesis de Medellín en 1990; y lideró a los sabaneteños por sendas de desarrollo hasta el día de su muerte.
Foto del Archivo Fotográfico de Orlando González Uribe, 1985.
Su coterráneo, el también sabaneteño por adopción, Blas Ramírez, escribió en ese entonces para el periódico El Santuariano el siguiente texto sobre la muerte y las exequias del padre Arcila, publicado también en su libro P. Ramón Arcila Ramírez Cruzado Mariano:
“La muerte de monseñor Arcila Ramírez nos ha partido el alma y nos ha paralizado el corazón. Sabaneta se recogió en la noche del 17 de agosto de 1985, preocupada e inquieta al ver que su querido párroco se veía resquebrajado de salud. La noticia de su muerte se regó como un mar de fuego producido por una bomba de hidrógeno y las gentes de Sabaneta llenaron las calles para contemplar a su querido párroco como durmiendo en un plácido sueño, pues ya se encontraba en el reino de los cielos.
Las emisoras de Bogotá y Medellín dieron la triste noticia y en término de minutos las calles y el santuario de María Auxiliadora se vieron repletas de gentes. Rápidamente su cadáver fue preparado en el templo parroquial donde con cariño y santo amor él había labrado su obra pastoral. Una romería en ordenado desfile de más de 10.000 personas empezó a pasar frente a su cadáver para contemplar por última vez al más querido de los párrocos conocidos entre nosotros.
Foto por Néstor Díez M., 1985.
Hombres, mujeres y niños con verdadera muestra de tristeza, dolor e histeria que era casi general entre los existentes, ya que las gentes lo consideraban como un predestinado y querían rendirle su tributo de admiración.
El desfile con el féretro contó con la presencia del señor cardenal Alfonso López Trujillo, cien sacerdotes, seminaristas, compañeros de presbiterio y religiosos de todos los géneros, un río humano que conmovía e impresionaba a quienes lo miraban, ancianos, niños y gentes de todas las clases sociales, magistrados, parlamentarios, ejecutivos, toda Antioquia, toda Colombia representada por una multitud que en número nadie puede precisar.
Foto por Guillermo Gallego, 1985
Él era el pararrayos que salvó este bello rincón de Colombia. Sabaneta y más de 10 millones de peregrinos que recibieron su bendición siguen llorando su partida…”.
Trabajos citados:
Ramírez, B. (1990). Cruzado Mariano P. Ramón Arcila Ramírez. Sabaneta.
Referencias:
Del Valle Montoya, F. E. (2000). Monografía de Sabaneta. Sabaneta.
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